Publicada en revista Brando, en enero 2015.
Julian Assange ataca de nuevo y su nuevo target es Google, la corporación más grande de internet, a la que confiamos gran parte de nuestra vida digital. “Google es más poderoso que la Iglesia”, dice el creador de Wikileaks, y apunta a su enorme poder cultural: el de darnos servicios aparentemente gratuitos a cambio de “regalarle” nuestra privacidad.
En 2006, a sus 35 años y pocos meses antes de fundar Wikileaks, Julian Assange escribió su manifiesto: “La conspiración como forma de gobierno”. En él, ya apuntaba al que luego sería el blanco de su militancia: el secreto. Allí mostraba su visión del mundo: el autoritarismo, en cualquier nivel, se construye “cuando un grupo de poderosos trabaja, bajo un secreto conspirativo, en detrimento de la población”. De allí a destruir cualquier aparato que nos mienta o nos oculte la realidad hay un pequeño paso. Por eso, y desde antes de su reconocimiento público, la estrategia de Assange es interferir en lo que los grandes poderes nos muestran como la realidad. Sigue leyendo